Con el objetivo de aclarar estas dudas, geólogos y expertos en hidrografía instalaron medidores en distintos puntos de la Sierra de Meira y en la laguna para comprobar la profundidad de las fuentes, concluyendo que la Sierra y el Valle de Meira están situados sobre una gran balsa de agua que aflora la poca profundidad en distintos puntos, estableciendo el Pedregal como la fuente inicial y más elevada.